lunes, 14 de diciembre de 2009

Marcel Duchamp




Marcel Duchamp (/maʀsɛl dyˈʃɑ̃/ Blainville-sur-Crevon, 28 de julio de 1887 - Neuilly-sur-Seine, 2 de octubre de 1968). Artista y ajedrecista francés, cuya obra ejerció una fuerte influencia en la evolución del arte de vanguardia del siglo XX.

Nació el 28 de julio de 1887 en Blainville-Crevon, un pequeño pueblo al noreste de Ruan, donde su padre, Eugène Duchamp, ejercía como notario y alcalde. Fue el tercero de seis hermanos. Sus dos hermanos mayores, que adoptaron más tarde los nombres de Raymond Duchamp-Villon y Jacques Villon, decidieron dedicarse al arte, quizás debido a la influencia de su abuelo materno, que tras ganar una fortuna considerable como agente marítimo se había retirado para dedicarse a sus principales aficiones, el grabado y la pintura, llegando a exponer algunas obras en la Exposición Universal de París (1878)
En 1904, Montmartre llevaba más de cincuenta años albergando a la comunidad artística de París. Marcel se presentó al examen de la École des Beaux-Arts, que suspendió. Se matriculó en una escuela privada, la Académie Julian, que abandonó poco después por la vida en los cafés del barrio, donde, como era habitual en ese momento, llevaba un cuaderno en el que dibujaba escenas de la vida cotidiana. Tras su servicio militar en Eu, cerca de Ruán, volvió a París en 1906. Por aquel tiempo realizó dibujos humorísticos, una actividad que gozaba de prestigio en la época. En 1907 se seleccionaron cinco de sus dibujos en el primer Salon des Artistes Humoristes. En 1908 se eligieron, hoy en día desaparecidas, para el Salón d'Automne, una importante exposición anual. Marcel pintó durante los años siguientes con un estilo fauvista, del que Matisse era el abanderado.
Aunque Duchamp, muchas veces contradictorio en sus afirmaciones, en ocasiones rechazó la influencia de Cézanne, en otras reconoció haber permanecido una larga temporada bajo su influjo, bajo el que probablemente pintaría Retrato del padre del artista, un retrato psicológico de su padre. Pintó más retratos por aquel tiempo, incluyendo uno de su amigo el Doctor Dumochel en el que exageró algunos rasgos físicos. A este respecto, Duchamp comentó que fue un primer intento de dotar de humor a su obra. En 1910 pintó La partida de ajedrez, en la que aparecían sus dos hermanos jugando al ajedrez en un jardín con sus mujeres abstraídas en sus cavilaciones. Al exponer este cuadro junto a otros cuatro en el Salón d'Automne pasó a ser societaire, lo que suponía el derecho a exponer sin ser examinado previamente por un jurado.

Aunque sus primeras pinturas mostraban talento, produjo pocas obras en comparación a otros artistas. Fue ésta una época de titubeos y experimentación con varias tendencias.

A partir de Retrato de jugadores de ajedrez, primera pintura innovadora, cada obra de Duchamp era distinta a las anteriores. Nunca se detuvo a explorar las posibilidades que abría una nueva obra, simplemente cambiaba a otra cosa. Por este tiempo dejó de frecuentar tanto a sus hermanos y pasó a estar en contacto sólo con un grupo de amigos, en especial con Picabia. Entonces empieza a interesarse por la plasmación pictórica de la idea movimiento. El primer intento de esta línea es Joven triste en un tren, que Duchamp consideró un esbozo. Además de por la nueva línea que abre, esta obra es notable por ser la primera vez en la que Duchamp juega con las palabras en sus obras, pues según él eligió triste por su aliteración con train.[6] La siguiente obra de Duchamp continuó esta senda. Se trata de Desnudo bajando una escalera, del que pintó dos versiones.
Duchamp se embarcó junto a Chastel a bordo del Crofton Hall rumbo a Buenos Aires, donde llegarían veintiséis días más tarde con la intención de quedarse algunos años. A las tres semanas de su llegada le llegó la noticia de la muerte de su hermano Raymond Duchamp-Villon, que se había alistado voluntario y contrajo una fiebre tifoide con complicaciones en un hospital militar.

Según escribió a Crotti, a Duchamp Buenos Aires le pareció muy machista, pues la sociedad bonaerense no aceptaba a las mujeres solas. Además, escribió a Ettie Stettheimer «Buenos Aires no existe. No es más que una gran población provinciana con gente muy rica sin pizca de gusto que todo lo compra en Europa». Pero al mismo tiempo le gustaba, pues continuaba «Estoy muy contento de haber descubierto esta vida tan distinta... en la que encuentro placer en el trabajo». Compró un vidrio y empezó a trabajar en efectos que quería trasladar al Gran Vidrio. También trató de organizar una exposición cubista para introducir a los bonaerenses al arte moderno, para lo que pidió ayuda a su amigo Henri-Martin Barzun de París, que le debía traer treinta cuadros cubistas, poemas de Mallarmé y revistas de vanguardia. Barzun no colaboró y la exposición no prosperó.

Pero pronto dejó el trabajo de lado por el ajedrez. Compró revistas de ajedrez y estudió partidas de José Raúl Capablanca. En 191 se apuntó a un club de ajedrez y empezó a jugar por correspondencia con Arensberg. Para Duchamp el ajedrez era «una obra maestra del cartesianismo» y «tan imaginativo que, a primera vista, ni siquiera parece cartesiano» y le atraía enfrentar las dos actitudes, la ajedrecística y la artística. Yvonne Chastel acabó cansándose del ajedrez y volviendo a París.

Duchamp se casó, para sorpresa de sus conocidos, en 1927 con Lydie Sarrazin-Levassor, a la que había conocido por medio de Picabia. Duchamp escribió a propósito de su boda a Katherine Dreier «Me caso en junio. No sé cómo explicarlo, porque ha sido tan repentino que me resulta difícil de explicar. [Lydie] No es especialmente guapa ni atractiva, pero parece tener una mentalidad capaz de comprender cómo puedo sobrellevar el matrimonio». Tomkins opina que Duchamp contrajo matrimonio buscando la estabilidad económica que le ofrecía el padre de Lydie, fabricante de automóviles. Sin embargo, la pensión que le concedió a su hija fue de unos escasos 2.500 francos.

Aunque las primeras semanas fuerno, según Lydie, que escribe «estuvimos muy unidos, muy íntimamente» y Duchamp, que escribe en una carta a Walter Pach «ha sido una experiencia encantadora hasta el momento y espero que siga así. Mi vida no ha cambiado en nada; tengo que ganar dinero, pero no para dos», en verano afloraron los problemas. Lydie era ajena al arte moderno, y no cuadraba con los amigos de Duchamp, por ejemplo cuando Crotti le pidió que posara desnuda. Tampoco sobrellevaba bien la afición de Duchamp por el ajedrez, que le tenía estudiando situaciones de juego hasta la madrugada.

En una ocasión pegó los trebejos al tablero. Poco después Duchamp le dijo que se iba a jugar con Man Ray y que no volvería. Se continuaron viendo hasta que Duchamp le pidió el divorcio en octubre, que les fue concedido el 25 de enero de 1928.Tras el divorcio, Duchamp continuó su relación con Mary Reynolds y siguió participando en torneos de ajedrez. En 1929 viajó con Dreier por España y Alemania. En el Torneo de Hyéres le concedieron el premio a la brillantez y en el Turnoi International de Paris de 1930 jugó con los mejores ajedrecistas del planeta. Terminó último, pero empató con Xavier Tartakower e hizo tablas con George Koltanowski. Participó en varias competiciones con el equipo nacional francés, capitaneado por Alexander Alekhine, campeón mundial, perdiendo más partidas de las que ganó. Edward Lasker lo consideró «un jugador muy

Después de 1915 pintó muy pocas obras, aunque continuó trabajando hasta 1923 en su obra maestra, La novia puesta al desnudo por sus solteros, incluso (1923, Museo de Arte de Filadelfia), una obra abstracta, conocida también como El gran vidrio (Le grand verre). Realizada en pintura y alambre sobre vidrio, fue recibida con entusiasmo por parte de los surrealistas.
La obra original se encuentra en el museo de Filadelfia y está agrietada, debido a un mal embalaje en el traslado al Museo de Brooklyn en 1926, única vez que se pudo contemplar en su estado original. Diez años después, el propio Duchamp restauró la pieza en casa de Katherine Dreier, en aquel momento su propietaria.

Su Rueda de bicicleta (el original de 1913 se ha perdido; tercera versión de 1951, Museo de Arte Moderno, Nueva York), uno de los primeros ejemplos de arte cinético, estaba montada sobre una banqueta de cocina.
Además de su obra plástica, es muy importante destacar su afición a los juegos de palabras que muchas veces se encontraban presentes en los títulos de sus obras, produciendo una multiplicidad de hilarantes lecturas.

Los últimos años de su vida, Duchamp preparó en secreto la que sería su última obra y que sería armada sólo después de su muerte, ésta es un diorama que se observa a través de un agujero en una puerta del museo de Filadelfia, lo que ahí dentro se ve, es una parte del cuerpo de una mujer, ostentando una lámpara en un paisaje rural. El título añade aún más incertidumbre a las lecturas que se puedan hacer de la obra "Dados: 1. La cascada 2. El gas del alumbrado público".(Etant donnés: 1-la chute d'eau, 2- le gaz d'éclairage.)


Existe otra "lectura" de la obra de Duchamp, y, por inclusión, de todo el llamado "arte moderno": Toda su obra es una burla al espectador, carente por completo de significado de ningún tipo. Dalí se mofaba abiertamente de la "búsqueda de lecturas" de los críticos de arte moderno. Solía decir: "Esto que he hecho ni sé lo que es, pero está lleno de significado".

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